Sudor en las manos, tensión muscular, respiración rápida y profunda o aceleración del pulso. Estos son algunos de los síntomas de una persona con aerofobia. El miedo que inspiran algunos accidentes o desgracias aéreas como la ocurrida recientemente en la compañía Germanwings, acrecentan el temor de algunas personas a coger un avión. Pero, ¿cuál es la diferencia entre el miedo y la fobia? ¿dónde está el límite? ¿cuándo es necesario someterse a un tratamiento?