7 Ingredientes para tener una mente saludable
Cierto nivel de estrés es algo habitual para cualquier persona y no tiene que representar problemas psicológicos ni el desarrollo de las temidas enfermedades psicosomáticas.
Sin embargo, si nos sentimos desbordados por nuestras circunstancias cotidianas de forma que nos vemos incapaces de hacerles frente, debemos de plantearnos algunos aspectos que nos pueden ayudar a mejorar nuestra capacidad de control.
No hay nada más doloroso o confuso como verte invadido por pensamientos desde tu cerebro que tienden a atacar tu autoestima, dominar tus ansias o dictaminar tus conductas. Si alguna vez te has sentido obligado mental o emocionalmente a actuar o pensar de una manera que no deseas, probablemente estés teniendo un problema relacionado con un mal sistema adaptativo que tu cerebro desarrolló en un momento de tu existencia y que a día de hoy sigue instaurado de forma automática ante los momentos de crisis.
Son muchas las personas que en su desesperación ante un síntoma, problema o duda, buscan en la red una respuesta con la que identificarse y calmar sus preocupaciones.
Sin embargo, la salud y lo psicosomático es tan complejo, que la casuística de otras personas puede que se parezca pero jamás es igual que la nuestra. Y una respuesta corto placista más que ayudar probablemente alimente más el problema.
Resulta cada vez más preocupante el declive que para la condición humana está trayendo el progreso tecnológico. Parece mentira que la ciencia ficción confirme sus peores vaticinios en cuanto al impacto que las nuevas tecnologías están teniendo sobre las personas. La trilogía Matrix proponía una evolución futurista en la cual nuestro mundo tecnológico nos llegaba a atrapar hasta tal punto que perdíamos la condición humana y nos encontrábamos insconscientemente atrapados en una realidad virtual. Si bien, el planteamiento era ficticio, nuestra evolución hacia la tecnología comienza a dar atisbos de preocupación en la tendencia deshumanizadora hacia una vida virtual.
Muchas veces nos vemos encallados entre el deseo de que las cosas cambien automáticamente y nuestra incapacidad para que nosotros produzcamos un cambio, como tratando de convencernos a nosotros mismos de que algo que nos supone malestar emocional, racionalmente nos va a hacer bien.
Después de años trabajando con decenas de personas que padecen miedo a conducir, he llegado a la conclusión de que su consideración como una fobia simple o específica de carácter situacional (según los manuales de diagnóstico) es cuando menos bastante limitada.
Las aplicaciones de mensajería instantánea han revolucionado la comunicación entre las personas y su auge ha alcanzado tal punto y con tal rapidez, que se ha adelantado a nuestra capacidad para determinar su buen uso.
Existen multitud de aplicaciones que nos permiten la mensajería instantánea, pero la que mayor éxito cosecha a nivel actual es Whatsapp, llegando incluso a haberse verbalizado su nombre con la palabra Guasapear o Whastappear.
"Sólo de pensar que tengo que conducir me pongo nerviosa..”,”Desde el accidente que tuve, me siento incapaz de coger el coche…”, “me parece increíble, pero noto como estoy perdiendo facultades y casa día me resulta más incómodo conducir, porque creo que podría provocar un accidente…”, “por qué los demás pueden, y yo me bloqueo al estar al volante?”, “lo más duro es sentirse incomprendido por todo el mundo”.....
Psicólogo Ignacio Calvo
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